K21 Avellaneda. Linda carrera de dificultad mediana a baja. Tuvimos que tranquear un poco más de 7 kilómetros de esteros de agua y barro, en algún sector de mucho barro casi a la rodilla. La temperatura no era alta pero el sol y la falta de viento en los palmares deshidrató más de la cuenta. Los esteros gastaron mucha energía también y después faltaba piernas. El resto del circuito fue de caminos y picadas que se pudieron tranquear sin dificultades. Yo me vine abajo a partir del kilometro 14, donde podría haber recuperado tiempo. Fueron varias razones que las conozco pero no las pude solucionar. De todas maneras llegué bien a la meta y esto para mí es lo más importante. Cuando uno es primero en la categoría porque no hay nadie más no tiene otro valor que la significancia estadística. De honor nada pero fue muy lindo el locutor decir que venía de tan lejos, nombrar mi ciudad, saber que allí era el más veterano y que esto tenía algún valor para todos, que nunca es tarde y que nunca hay que rendirse. La próxima el domingo en San Rafael Mendoza, y será la última que corro de la serie con la que sumo trece k21 Salomón en 2014.
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